viernes, 25 de febrero de 2011

Seguros vinculados a productos bancarios

Pedir una hipoteca, domiciliar la nómina o tener una tarjeta conlleva, en ocasiones, contratar un seguro que no siempre es gratuito

Destacar sobre el resto es el objetivo de toda entidad bancaria que se precie. Al igual que cualquier empresa de otro sector, busca fidelizar a sus clientes con una serie de regalos que complementan su oferta comercial. En el caso de bancos y cajas, una de las estrategias para hacer de su producto financiero el más llamativo del mercado es ofrecer seguros gratuitos vinculados. Este fenómeno crece con los años y hoy el consumidor puede encontrarse con multitud de propuestas de este tipo. Pedir una hipoteca, domiciliar la nómina o tener una tarjeta de crédito conlleva, en ocasiones, contratar un seguro que no siempre es gratuito y cuyas condiciones conviene conocer

Gratuitos, pero no tanto

- Imagen: Marc van der Chijs -
Cuando se contrata una hipoteca, se adquiere una tarjeta de crédito o se domicilia la nómina, es posible suscribir seguros vinculados gratuitos. Pero, ¿están en realidad libres de gastos? Conviene aclarar que el hecho de que el cliente no los pague, no significa que sean gratuitos, sino que los cubre el banco o la caja, puesto que la ley les obliga a ello. En el caso de un seguro de vida, si el titular fallece, el banco no paga la indemnización, sino la aseguradora. Por lo tanto, son seguros que se venden.
Es fundamental, como aclaran desde la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorro y Seguros (Adicae), conocer este tipo de seguros vinculados y saber cuáles son sus pros y contras. Solo de este modo se podrá realizar una contratación consciente y acorde a las necesidades reales de cada consumidor. Este tipo de seguros pocas veces es gratuito, ya que las comisiones que conllevan los productos a los cuales se vinculan son muy elevadas.

Estas pólizas vinculadas a productos y servicios financieros tienen el mayor grado de opacidad de todo el mercado, puesto que, en su mayoría, el consumidor desconoce que las paga. Para agravar esta situación, suscribirlas es casi una condición indispensable para poder acceder al producto o servicio principal.

En casi todos los productos

Hay una gran variedad de seguros, pero entre los más comunes y que más se contratan figuran los asociados a las tarjetas de crédito. Todas ellas incluyen un seguro mínimo (de vida, de robo o pérdida de tarjeta o de accidente) que puede ampliarse, según las necesidades del usuario. En función del tipo de tarjeta contratada, ya sea de crédito o débito y de las diferentes modalidades, las prestaciones del seguro pueden variar. En general, el seguro de cualquier tarjeta visa supone mayores indemnizaciones que una clásica, aunque su precio también es mayor.
Hay muchos tipos de coberturas: seguro de accidente del medio de transporte, de asistencia a personas como consecuencia de accidente, de asistencia por retraso de los medios de transporte durante el viaje, seguro de vida...
Al adquirir un préstamo hipotecario también es habitual que la entidad "obligue" a contratar uno de estos seguros. Pueden ser de impago (que cubre las cuotas de la hipoteca si el asegurado se queda en el paro o atraviesa una incapacidad), del hogar (en ocasiones, la entidad bancaria exige como requisito para conceder un préstamo hipotecario suscribir un seguro para la vivienda), de protección de pagos o de vida (cubre el riesgo de fallecimiento del titular del préstamo).

Antes de contratar una hipoteca con seguro vinculado, es esencial fijarse en cómo quedará la cuota final. Conocer cuánto dinero habrá que desembolsar cada mes puede ser decisivo para suscribir un crédito u otro: un préstamo con un tipo de interés alto puede resultar más barato que otro con el tipo más bajo, pero que exija contratar un seguro de vida.
También los hay asociados a la domiciliación bancaria de la nómina, en una gran variedad: seguro de vivienda, de vida, de accidentes, de automóvil o de hogar. Sin embargo, algunas entidades bancarias ofrecen otro tipo de ventajas gratuitas al ingresar cada mes el sueldo, como un seguro de protección de nómina, que cubre eventualidades como el desempleo o la incapacidad laboral. Lo habitual es que todas estas ofertas vayan acompañadas de otro tipo de regalos, como anticipos de nóminas, ahorro de comisiones, devolución de un porcentaje de los recibos del hogar (agua, luz y gas), un periodo gratis con canales de televisión por satélite, ordenadores y un largo etcétera.

Qué hacer cuando un servicio tiene un seguro vinculado

El consumidor debe ser muy precavido al escoger un producto financiero:
  • Conviene ser consciente de las necesidades reales que se tienen y tomar las decisiones adecuadas.
  • Hay que fijarse si el producto deseado tiene un seguro vinculado y conocer en qué consiste y sus condiciones.
  • Antes de suscribir cualquier contrato, hay que comparar las diferentes ofertas del producto o servicio financiero deseado, con y sin seguro asociado.
  • Conviene tomarse un tiempo para analizar las condiciones y características del seguro asociado al servicio o producto financiero.
  • Es esencial saber cuál será el coste final del producto, con y sin el seguro vinculado, para poder comparar y elegir el producto que más se ajuste a las propias necesidades.
  • Si no se entiende algo, siempre hay que preguntar a la entidad en qué consisten las condiciones del servicio o producto en cuestión.
  • Mención especial merece la letra pequeña, donde se pueden encontrar las características y condiciones del seguro asociado.
 Info:http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/sociedad-y-consumo/2011/01/31/198598.php

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