miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lo que debes saber para constituir una sociedad en una semana por 120€ y cualquier gestoria no te contará …

Hace poco asesorados por la asociación de jóvenes empresarios AJE,  hemos constituido una nueva sociedad. Siempre que había constituido una sociedad había ido a una gestoria para que me lo hicieran con un coste de unos 1200€ de media aproximadamente.
En AJE nos explicaron como se podía constituir una sociedad a través de internet por muy poco dinero y en muy poco tiempo. Así lo hicimos nosotros :
1º- Hay que solicitar la denominación social en el registro mercantil en el siguiente enlace. Nos tardo 2/3 días con un coste de 19€
http://www.rmc.es/Deno_solicitud.aspx
2º- Una vez tuvimos la denominación social, tuvimos que enviar a la notaría todos los datos de los socios junto con fotocopia de sus DNIs
3º- En este caso no abrimos una cuenta en el banco que suele ser lo habitual, ya que implica depositar 3000€ en una cuenta donde queda el dinero retenido bastantes días o semanas. En su lugar hicimos aportaciones en especie, en nuestro caso dos ordenadores valorados en 3000€, que pasan a estar afectos a la actividad, haciendolo constar en las escrituras.
4º- Una vez tuvimos la denominación social, pedimos cita en la notaria. Al día siguiente nos citaron para firmar. El coste de la notaria depende de si los estatutos y el objeto social son standard o no, en nuestro caso lo fueron y nos costo 60€. Si quieres unos estatutos y objeto social personalizados cuestan 150€.
5º- Al día siguiente, nos entregaron las escrituras junto con el CIF e inscrita en el registro mercantil únicamente a falta de pagar del registro de unos 40€ para estar totalmente operativa.
Una semana después y por solo 120€ tuvimos nuestra SL funcionando.

Info:http://juancorbera.com/?p=173

martes, 20 de diciembre de 2011

Para los que vivís pagando un alquiler...

Info:http://www.loquemesaledelboquino.com/2011/12/para-los-que-vivis-pagando-un-alquiler.html
Hace muchísimo tiempo que no escribo por aquí, pero estoy de tan mala hostia por lo que me ha ocurrido que he pensado que esto merecía un post. Es un ejemplo más de que al final los que menos tienen son los que pagan el pato.

Resulta que llevo un tiempo peleándome con Hacienda para que me devuelvan lo que me corresponde por mi declaración de la renta del ejercicio de 2010. Os pongo en antecedentes. Me llegó una carta el 15 de noviembre en la que me indicaban que tenía que tenía que aportar varios documentos para justificar que he estado de alquiler, porque según ellos no lo hago. Me pedían lo siguiente:

- Recibos del alquiler
- Copia del contrato del alquiler
- Modelo 806

Para los que os hayáis quedado con cara de pokemon, (como yo en su momento) al leer el último punto, os lo explico. El modelo 806 es un justificante de depósito de la fianza en la junta de Andalucía. Es obligación por parte del ARRENDADOR depositar la fianza que os hace pagar cuando firmáis el contrato de alquiler en la Junta de Andalucía, más concretamente en la Consejería de Economía y Hacienda. Esto, la mayoría de la gente lo desconoce, e incluso los propios arrendadores. En mi caso, mi arrendador es una promotora, JARDINES DEL LAGAR. Ellos sí conocían este dato. Les pedí una copia de dicho documento en persona. Me dijeron que me llamarían cuando lo tuvieran. Durante 2 semanas los llamé por teléfono en varias ocasiones y siempre me daban largas. Me decían que no encontraban el documento, que no sabían dónde estaba y que no recordaban siquiera si lo habían pagado o no.

Como Hacienda sólo me daba 10 días para entregar la documentación, entregué lo que estaba en mi mano: los recibos del alquiler (520 euros al mes que estoy pagando yo solito por un piso de 45m2 con un sueldo mensual de 900 euros), la copia del contrato y una copia del pago de la fianza (2 meses, el arrendador sólo debe depositar 1).

Después fui a hablar con el representante de la promotora allí en mi edificio (Las Biznagas) y acabé peleándome a grito pelado con el buen hombre que me decía frases del tipo "Es que los documentos se pierden" o "Pues ese documento no le pertenece a usted y yo no tengo por qué dárselo si no quiero". Al final, aunque él me dijera que no encuentran el documento, yo sé que no lo han pagado porque he ido 2 veces a la Consejería de Economía y Hacienda a preguntar si está realizado el depósito y me han dicho que no les aparece ningún depósito realizado por mi piso y contrato.

Una de las acciones que he tomado ha sido poner un escrito en la Consejería de EyH solicitando el documento y que, en caso de no existir, que obliguen a pagar a mi arrendador. OJO, que el arrendador tiene la OBLIGACIÓN de hacer esto. Y, además, si no lo pagan, por cada mes que haya pasado desde la fecha del contrato deben pagar un 20% de intereses de demora sobre la cantidad de la fianza. Y si ha pasado más de un año de dicha fecha, deben pagar una multa que puede oscilar entre un 50 y un 150% de la cantidad de la fianza.

Por otro lado, les puse una hoja de reclamaciones y el muy hijo de puta, porque no se le puede decir nada más bonito, me manda una carta certificada, teniendo su despacho en la planta baja de mi edificio, poniéndome lo siguiente:

"Nos reiteramos en lo comunicado a D. Joaquín tanto personal como telefónicamente, esto es, que hemos procedido a la búsqueda del documento solicitado y cuando lo encontremos se lo entregaremos."

Esto a 9 de diciembre, recogiendo yo la carta hoy 17 y habiéndoles solicitado el documento el 15 de noviembre...

Bueno, pero lo mejor está por llegar. Hoy he ido a correos, no sólo a recoger ese chiste de carta, sino también una notificación de Hacienda. Y me pone lo siguiente:

"De acuerdo con el art. 7 de RDL 1/2009, de 1 de septiembre de 2009 de la Comunidad Autónoma de Andalucía, el Art. 82 de la Ley 8/1997 de septiembre de 1997 de la Comunidad Autónoma Andaluza y el Informe de la Comunidad Autónoma de 10 de mayo de 2011, si no se ha efectuado el depósito de la fianza, el arrendatario no podrá aplicarse la deducción, incluso aunque este la haya realizado al arrendador. En caso de que el depósito tuviera lugar con posterioridad a la celebración del contrato, sólo se podrá aplicar la deducción por las cantidades satisfechas después de efectuado el mismo."

Conclusión, que ,de 727,83 € que me salían a devolver, sólo voy a cobrar 227,83. Y lo mejor es que, aunque mi arrendador pague ahora la fianza, no voy recibir nada porque sólo me devolverán dinero a partir de la fecha en que mi arrendador haga el ingreso. Y esto quiere decir que en mi declaración del año que viene tampoco voy a recibir un duro de los 6240€ que he pagado de alquiler. Uno decide irse a vivir solo, aunque sea más caro y se tengan que hacer sacrificios, porque luego te devuelven parte de esos sacrificios. Pero no, resulta que si otra persona no cumple con su obligación yo salgo perjudicado.

Sólo quería compartir esto con vosotros. Tened mucho cuidado. Si alquiláis un piso, aseguraos de que vuestro arrendador hace dicho depósito, que luego él queda impune y vosotros sois los que salís perdiendo. Y, por supuesto, NI SE OS OCURRA ALQUILAR UN PISO CON JARDINES DEL LAGAR.

Retirar la triple A a Moody's y S&P

info:http://www.elpais.com/articulo/opinion/Retirar/triple/Moody/s/S/26P/elpepusocdgm/20111218elpdmgpan_1/Tes

Ya es hora de que los agentes económicos, comenzando por los jefes de Estado y de Gobierno, dejen de vivir pendientes de unos veredictos a menudo frívolos, pero percibidos como si se tratara del Juicio Final

Las agencias de calificación, esas entidades cuya triple A hace que el mundo financiero se estremezca y el mundo real tiemble, esos oráculos, esos dioses modernos, no vieron venir la crisis de 1997. No comprendieron ni una palabra de la crisis de las subprimes. En 2001, cuatro días antes de la quiebra de Enron, la compañía corredora de energía, seguían otorgándole calificaciones positivas. Después, apoyaron hasta el último momento a Lehman Brothers, prácticamente en bancarrota. En la crisis actual de la eurozona, no contentas con no haber previsto nada, agravaron las cosas al mantener hasta muy tarde los títulos griegos en la cesta de obligaciones mundiales de primer orden, contribuyendo así al laxismo de un Gobierno que prefirió endeudarse antes que revisar sus cuentas, sanear sus finanzas públicas y adoptar reformas. En resumen, estas agencias de previsión cometieron una equivocación tras otra. Estas agencias de crédito se comportaron como agencias de descrédito. Y la dictadura que ejercen sobre los mercados se apoya en fallos, errores y abusos de autoridad que, si no tuvieran consecuencias tan trágicas, moverían a risa.
Pero, además, ¿cómo proceden? ¿Cuáles son sus reglas? ¿Sus métodos de cálculo? ¿Las hipótesis en las que se basan para mantenerle a uno la triple A y retirársela a su vecino? En este punto, en cambio, nos encontramos ante un agujero negro. Ante el más impenetrable de los misterios. No obstante, sabemos que, en el seno de los tres sanctasanctórum que se reparten el mercado mundial de la calificación, a menudo hay evaluadores júnior. Y esos críos son hermanos gemelos de los asombrosos traders que llevaron a Wall Street al borde del abismo. Cuando las casualidades de la vida hacen que alguno de ellos se cruce en tu camino, te das cuenta de que, en efecto, pueden tener el perfil de los personajes cocainómanos y consumidos por el trabajo de las primeras novelas de Brett Easton Ellis. Pero, ¿cómo juzgan? ¿En función de qué datos? Y, ¿quién se los proporciona? Es evidente, por ejemplo, que no tienen en cuenta ni la política social de las empresas ni los parámetros relacionados con el buen vivir o el empleo. Se diría que ven los países como números indistintos, evaluables sin compasión. Pero, por lo demás, nada de nada. Ni la menor información sobre las fórmulas de las que depende el futuro de tantos seres humanos y, hoy por hoy, de Europa. Y esta opacidad da miedo.
He escrito "el mercado mundial de la calificación" porque, en cambio, lo que sí sabemos es que estos organismos, dotados, como los emperadores romanos durante los espectáculos circenses, de un poder sobre la vida y la muerte de esos gladiadores modernos que son las firmas y los Estados que se enfrentan al Moloch Finanzas, antes que nada son empresas. Tienen un balance que justificar. Un accionariado al que servir. Beneficios que aumentan o disminuyen en función de la bonanza de sus clientes. Uno podría imaginar unas autoridades autónomas que dictaminasen con serenidad por encima de los intereses en juego. Puestos a evaluar, podríamos soñar con unos evaluadores libres e independientes; por ejemplo, vinculados a los bancos centrales, al Fondo Monetario Internacional o a otros reguladores del mercado. Pero no. Lo que tenemos son unas entidades que se ganan la vida y prosperan según su rendimiento. Unas sociedades que cotizan en Bolsa y cuya salud depende del número de evaluaciones que producen, del eco que tienen esas evaluaciones, de su puesta en escena posiblemente dramática y de las filtraciones más o menos calculadas por sus departamentos de marketing. Este nuevo poder es el resultado de un oligopolio integrado por tres grandes grupos que hacen negocios sin tener en cuenta el interés general; y esto también produce escalofríos.
Tampoco hay que olvidar que estos grupos son remunerados conforme a un sistema que colocaría fuera de la ley a cualquier otro agente económico. Les pagan los clientes a los que van a calificar a continuación. Aconsejan a los bancos sobre la forma de estructurar unos productos que, una vez en el mercado, tendrán que juzgar. Cuanto más complejos sean esos productos, cuanto más "derivados" o "titulizados", en otras palabras, cuanto más cerca estén de esos activos tóxicos que originaron la depresión actual, más facturarán y se enriquecerán los señoritos de las agencias. Eso se llama ser juez y parte. O bombero y pirómano. Y estamos a un paso del peor conflicto de intereses, por no decir del tráfico de influencias más descarado. Estos incompetentes son, además, deshonestos y se saltan todas las reglas de la buena gobernanza y del juego limpio.
Añadiré que, si las agencias se equivocan, si empujan a Grecia al crimen o si, ebrias de su propio poder, degradan por error a otro país europeo, no existe ninguna instancia, ninguna jurisdicción civil ni moral ante la que tengan que responder. Un directivo empresarial que truca sus cuentas va a la cárcel. Un responsable de Standard & Poor's que, en un abrir y cerrar de ojos, arruina casi automáticamente a millones de personas nunca será sancionado. Jurídicamente, su "calificación" se considera dentro del terreno de la "opinión". Y, como todas las "opiniones", goza de una libertad sin límites. Cero responsabilidad. No hay contrapoder para este nuevo poder. No digo que haya que suprimir estas curiosas calificaciones. Lo que digo es que hay que controlarlas. Que hay que reformar su régimen y su estatuto. Que deben estar sometidas a un mínimo prudencial de normas. Y, para terminar, diré, además, que la dictadura, como tantas veces, está también en las mentalidades, y que ya sería hora de que los agentes económicos, comenzando por los jefes de Estado y de Gobierno, dejasen de vivir pendientes de unos veredictos percibidos, incluso cuando son improvisados o frívolos, como si se tratara del Juicio Final. Es cuestión de sentido común. Y para el mundo de las finanzas es una cuestión urgente de salvación pública. Hay que degradar a las agencias de calificación. -

En seis meses quedarán siete bancos en España

info:http://www.finanzas.com/noticias/economia/2011-12-16/619560_seis-meses-quedaran-siete-bancos.html

Los expertos calculan que ninguna entidad financiera española que tenga menos de 100.000 millones de euros en activos podrá sobrevivir sin fusionarse.

Todos expectantes ante las medidas de todo tipo (también fiscales) que el primer gobierno de Rajoy anunciará muy probablemente antes del 31 de diciembre. Reforma laboral y, sin duda, reestructuración financiera con iniciativas para la segunda y más fuerte oleada de fusiones en el sector financiero español. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España están ya preparando el terreno.
El proceso de fusión afectará muy directamente a ahorradores e inversores y  por ello la CNMV está obligando a las entidades a que informen con transparencia del valor real de las participaciones preferentes para que, llegado el momento de las fusiones, no supongan una dificultad añadida ante el descontento de una clientela a la que se vendió mal el producto.
Los expertos calculan que ninguna entidad financiera española que tenga menos de 100.000 millones de euros en activos podrá sobrevivir sin fusionarse. Ello supondría que apenas quedarían en España siete entidades financieras (entre ellas dos antiguas cajas de ahorros). Y este proceso se producirá, sin duda, a una velocidad de vértigo en no más de seis meses a partir de esas primeras medidas del gobierno de Rajoy que se esperan con tantas expectativas. Tal proceso no afectará sólo al sector financiero, sino también a la Bolsa que lleva muchos años bailando al ritmo de los bancos.